¿Qué es la energía activa?
La energía activa y reactiva están relacionadas, ya que ambas describen el tipo y la cantidad de energía que utilizamos en un momento dado. La energía activa se puede medir en kilovatios (kW) y representa la cantidad de energía útil que consumimos durante un período de facturación. Si hacemos un uso eficiente de la electricidad, pagaremos menos.
Por el contrario, si desperdiciamos energía, el costo será más elevado. El precio del kW dependerá del acuerdo alcanzado con la compañía suministradora o de las tarifas establecidas por el mercado en el caso del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Toda la energía activa es aprovechable y se utiliza para alimentar electrodomésticos y dispositivos eléctricos, como calentadores, sistemas de enfriamiento y motores.
¿Qué es la energía reactiva?
A diferencia de la energía activa, la energía reactiva no tiene ninguna utilidad ni aporta rendimiento directo. Este tipo de energía está asociada generalmente a dispositivos eléctricos que requieren bobinas o motores para funcionar. La energía reactiva se origina en los campos magnéticos generados por estas bobinas o motores. Por ejemplo, cuando se activa un ascensor, su bobina crea una serie de demandas eléctricas independientes de su funcionamiento real, y estas demandas se satisfacen mediante el suministro de energía reactiva.
La energía reactiva se transporta a través de las líneas de alta tensión en corriente alterna. Por lo tanto, no toda la electricidad que consumimos es energía activa, ya que parte de ella se destina a cubrir la demanda de energía reactiva, que no tiene ninguna utilidad directa. Esto implica que la energía reactiva ocupa parte del espacio en los sistemas de transporte eléctrico, a pesar de no contribuir al rendimiento de los dispositivos eléctricos.
¿Qué diferencias hay entre la energía activa y reactiva?
Utilidad.
Medición.
Transporte.
Penalizaciones.
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La energía reactiva: inductiva y capacitiva.
Existen dos tipos de energía reactiva: inductiva y capacitiva, y es importante comprender sus diferencias. Ambas formas de energía reactiva pueden estar sujetas a penalizaciones, lo que las hace desfavorables para nuestras facturas de electricidad. A continuación, se detallan las diferencias más destacadas entre ellas:
- Energía reactiva capacitiva: Se produce cuando hay un exceso de energía reactiva en comparación con la necesaria. Esto puede ocurrir cuando se tiene una instalación sobredimensionada. Sin embargo, es poco común, ya que generalmente los condensadores de reactiva están bien dimensionados para evitar este exceso.
- Energía reactiva inductiva: En este caso, la instalación tiene un déficit de energía reactiva debido a la activación de motores, bobinas o dispositivos eléctricos que requieren energía reactiva. La aparición de este tipo de reactiva se debe a la falta de baterías de condensadores que compensen la energía reactiva generada.